En su definición más sencilla, un centro de datos es una instalación física que las organizaciones utilizan para albergar sus aplicaciones y datos críticos. El diseño de un centro de datos se basa en una red de recursos informáticos y de almacenamiento que permite la entrega de aplicaciones y datos compartidos. Los componentes clave del diseño de un centro de datos incluyen routers, switches, firewalls, sistemas de almacenamiento, servidores y controladores de entrega de aplicaciones.
¿Por qué son importantes los centros de datos para las empresas?
Los centros de datos están diseñados para dar soporte a las aplicaciones y actividades de la empresa. Entre estas podemos destacar los sistemas de gestión y relación con los clientes, ERP y CRM, bases de datos y aplicaciones de productividad. En cuanto a la comunicación, están los servicios de correo electrónico y el intercambio de archivos, los escritorios virtuales, comunicaciones y servicios de colaboración.
Por último, en cuanto a nuevas tecnologías, también se incorporan el análisis de datos con Business Intelligence, Big data, inteligencia artificial y aprendizaje automático.
¿Cuáles son los componentes principales de un centro de datos?
El diseño de un centro de datos incluye routers, switches, firewalls, sistemas de almacenamiento, servidores y controladores de entrega de aplicaciones. Dado que estos componentes almacenan y gestionan datos y aplicaciones críticos para el negocio, la seguridad del centro de datos es fundamental en su diseño. Juntos, proporcionan los siguientes componentes:
Infraestructura de red
Conecta los servidores (físicos y virtualizados), los servicios del centro de datos, el almacenamiento y la conectividad externa a las ubicaciones de los usuarios finales.
Infraestructura de almacenamiento
Los datos son el combustible del centro de datos moderno. Los sistemas de almacenamiento se utilizan para guardar esta valiosa mercancía.
Recursos informáticos
Las aplicaciones son los motores de un centro de datos. Estos servidores proporcionan el procesamiento, la memoria, el almacenamiento local y la conectividad de red que impulsan las aplicaciones.
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